27 marzo 2023

La enjambrazón

 


Solo pica la abeja a quien torpe la maneja… (Refrán popular)


 En el mundillo de la apicultura empleamos palabras como "la enjambrazón" que más bien parecería masculino. También se usa "el propóleos" en singular aunque parece que fuera plural.

Esto puede ser un indicador de la complejidad de la vida de las abejas. Realmente lo que ocurre en el interior de una colmena pasa totalmente inadvertido porque el trabajo de las obreras se desarrolla en la más total oscuridad y, por tanto escapa al escrutinio de los humanos.

Por otra parte, nuestra relación con los insectos es más complicada que con los mamíferos con los que nos identificamos más fácilmente. No es de extrañar, por tanto nuestro desconocimiento del ciclo natural de la abeja. 

Sin embargo ahora que se acerca la primavera las colmenas empiezan a despertar. Las abejas disponen de cierta capacidad para averiguar el clima que va a hacer en las próximas semanas y, seguramente, en más de una colonia, la reina ya habrá comenzado a aovar en previsión de las primeras flores que proporcionarán néctar y polen a la colonia.

Los huevecillos que pone la reina se transformarán en 21 días en abejas adultas con lo cual la colmena habrá incrementado sustancialmente la población a fin de afrontar el intenso trabajo que les espera cuando se desarrolle la gran floración entre los meses de marzo a mayo.

Es precisamente durante esos meses cuando podemos asistir al maravilloso y todavía no bien comprendido fenómeno de la enjambrazón.

Cuando la colmena ha acumulado suficientes reservas y la población se ha incrementado de manera notable, se desencadena un procedimiento común a todas las especies: el instinto de multiplicación.

Detallar cuándo y cómo las abejas deciden enjambrar requeriría de explicaciones muy prolijas. Aquí nos bastará con saber que la colmena cría una abeja reina nueva y que, aproximadamente, la mitad de la colonia saldrá de su nido con la reina vieja en busca de una nueva morada.

Normalmente los enjambres se ubican en un primer momento en alguna rama o emplazamiento cercano a la colonia madre. A veces lo hacen en lugares insospechados (coches, bancos del parque, bicicletas...) Allí forman una bola de distintas formas y tamaños desde la que partirán las abejas exploradoras.

Las exploradoras buscan distintos emplazamientos e informan al resto del enjambre de las características de los mismos. Emplean un complicado lenguaje de movimientos rápidos del abdomen y emisión de feromonas que todavía no comprendemos en su totalidad.

El resultado final es que la nueva colonia establece un consenso de cuál es la mejor ubicación y, de nuevo mediante complejos sistemas comunicativos; en un momento dado, miles de abejas empiezan a volar en dirección a la nueva vivienda. 

El libro de referencia para conocer el detalle de todo este proceso es "Honeybee Democracy" de Thomas D. Seeley aunque lo mejor es combinar las lecturas con la práctica y la observación.

Cuando las abejas están enjambrando, no pican. En parte porque saben que deben reservar sus energías para el trabajoso proceso que les espera y también porque al haberse atiborrado de miel, no son capaces de doblar el abdomen para introducir el aguijón.

Tal como comentábamos en anteriores entradas, el espectáculo de miles de abejas zumbando suele generar temor entre los ciudadanos pero en lugar de verlo como una amenaza, deberíamos contemplarlo como un maravilloso fenómeno natural anual similar al vuelo migratorio de las grullas en marzo o abril camino de las naciones del norte de Europa o a la venida de las golondrinas y los vencejos poco antes del inicio del verano.

La cuestión es que cada vez con más frecuencia las abejas eligen la ciudad para vivir al igual que ocurre con otras especies. En las urbes encuentran las condiciones idóneas para sobrevivir: floración abundante y agua asegurada durante el verano amén de un montón de posibles lugares en los que pueden asentarse: tambores de persianas, juntas de dilatación de los edificios, troncos huecos, etc.

Aquí en España, la retirada de los enjambres se suele encomendar a los bomberos con lo que todavía mantenemos esa visión peligrosa del fenómeno natural de la enjambrazón.

Pero en Londres yo he asistido a charlas dirigidas a los ciudadanos en las que se explica el fenómeno de la enjambrazón  e incluso se reparten cajas de cartón por si alguien se anima (con las debidas precauciones) a recoger por si mismo el enjambre.

En fin, que aquí hay mucha tela para cortar. 

Quizás sea conveniente acompañar mis palabras con algunas secuencias de captura de enjambres.

En los enlaces podéis ver:

- Enjambre formándose en los pinos de Villamayor.

- Enjambre que pasa de la trasera de un coche a una colmena preparada al efecto

- Enjambre en forma de bola colgado de una rama de granado

La próxima semana hablaremos del plan de prevención de enjambrazón en la ciudad que pensamos desarrollar con el cuerpo de bomberos de Zaragoza.

¡Hasta el próximo viernes, amigos!


Sensibilización ciudadana

 


“Para las abejas, la flor es la fuente de la vida. Para las flores, la abeja es la mensajera del amor”. Kahlil Gibran.


La miel nos encanta pero tenemos horror a las picaduras.

Las abejas son buenas para el medio ambiente pero me dan miedo

Los enjambres forman una nube de abejas que me aterroriza

Conozco a un ciclista que, sin hacer nada, fue atacado por las abejas

La abeja ibérica es muy agresiva

Estas afirmaciones y otras por el estilo son usadas con frecuencia por los ciudadanos y efectivamente, todas ellas son comprensibles.

Ahora bien, si realizamos un sosegado análisis sobre las mismas descubriremos algunos matices que son de gran interés.

He aquí algunos consejos de sensibilización ciudadana.


La miel nos encanta pero tenemos horror a las picaduras.

Efectivamente, la miel es un manjar para muchas personas y, por contra, las picaduras representan una pésima experiencia.

Las abejas pecoreadoras no pican. Esto hay que repetirlo tantas veces como sea necesario. Ahora bien, las defensoras (como su nombre indica) son las encargadas de proteger a la colmena y actuarán siempre que se sientan amenazadas. Por tanto, si caminas por las inmediaciones de una colmena (especialmente si pasas por delante de la piquera) es posible que te vean como un intruso y, por tanto, intenten alejarte con sus picaduras.

Conclusión: Hay que evitar acercarse a una colmena sin protección.

No te acerques tampoco a un colmenar si ves que están manipulando las colonias. Cualquier manipulación (y más las intervenciones chapuceras) exacerban a las abejas y corres el riesgo de sufrir algún picotazo.


Las abejas son buenas para el medio ambiente pero me dan miedo

Ciertamente el medio ambiente se beneficia de la acción polinizadora de las abejas. El miedo a las pecoreadoras es irracional y puede y debe superarse. Por supuesto mejor no hacer movimientos rápidos ni ruidos cuando están realizando su tarea. La observación pausada y atenta de su labor te descubrirá detalles que causarán tu admiración.


Los enjambres forman una nube de abejas que me aterroriza

Lo primero que hay que saber es que las abejas de un enjambre recién salido de la colmena madre, no pican. Aunque el espectáculo de miles de individuos zumbando en busca de su nueva morada puede sobrecoger, lo cierto es que su instinto de conservación les impele a conservar el mayor número posible de obreras y también sus energías 

El enjambrazón es un fenómeno natural. La forma particular de las abejas para propagar la especie. Una maravilla de la naturaleza que debemos contemplar con admiración y respeto.

Quizás nuestros temores a la vista de un enjambre provengan más de ciertas películas fantásticas o de terror que fantasean con esa supuesta amenaza que de una información clara y veraz. 


Conozco a un ciclista que, sin hacer nada, fue atacado por las abejas

La práctica totalidad de agresiones por parte de las abejas proviene de una inadecuada manipulación de las mismas.

Cuando se abre una colmena hay que hacerlo en un día templado, sin viento ni lluvia. Y por supuesto ahumando para tranquilizarlas. Los movimientos deben ser lentos y pausados y actuar sin estridencias.

Las malas prácticas apícolas las encolerizan y guardan ese recuerdo durante varios días. Si en ese período de tiempo pasa alguien por las cercanías, pueden darse esas  situaciones de agresión.


La abeja ibérica es muy agresiva

Es verdad que no todas las razas de abejas tienen el mismo comportamiento. Pero afirmar que la ibérica es muy agresiva es, a todas luces, exagerar.

La subespecie ibérica corresponde a abejas de color oscuro, con bajo nivel de enjambrazón y gran vigor, si bien su comportamiento es algo nervioso y agresivo.

La abeja ibérica se ha adaptado a las circunstancias climatológicas de la península ibérica. Al igual que ocurre con las avispas, en verano suelen mostrarse más irritables.

La próxima semana nos detendremos con más detalle en el fenómeno de la enjambrazón. A partir de finales de febrero comienza la temporada de enjambres de este año 2003.

¡Hasta el próximo viernes, amigos!

22 marzo 2023

La regulación de la apicultura en España

 


“Abejas benditas, santos abejares, dan miel a los hombres y cera a los altares.” (Refrán popular)


Tradicionalmente, la actividad apícola ha ido enfocada a la obtención de los distintos productos elaborados en la colmena (miel, cera, propóleos, polen y jalea real).

La regulación legal de dicha actividad se ha centrado en lo que se denomina "explotaciones apícolas" entendiendo que la apicultura es una explotación ganadera y, de hecho, ese es el epígrafe que figura en mi "Libro de explotaciones ganaderas" que tengo que presentar para su revisión todos los años en la DGA.

La actual sensibilidad hacia la abejas como un vector de salud medioambiental no se contempla desde el punto de vista legal ni tampoco el benéfico efecto de su trabajo como polinizadores.

Tampoco se habla de la actual preocupación por la inquietante desaparición de insectos polinizadores y sus desastrosos efectos en el medio ambiente.

Por tanto no es de extrañar que, cuando queremos introducir este nuevo enfoque nos encontremos con un sinfín de objeciones legales ya que la regulación española está pensada para la apicultura tradicional y no desde el punto de vista medioambiental.

Pero a nada que miremos un poco a Europa, veremos que en las principales ciudades de la Unión Europea ya existe una sensibilidad sobre estas cuestiones e incluso en el propio seno de las instituciones de la Unión.

Así, por ejemplo, el Comité Económico y social Europeo,  en mayo de 2012, se convirtió en la primera institución europea en unirse al movimiento de la apicultura urbana en Bruselas al colocar dos colmenas en el techo de su edificio principal.

Con estas dos colmenas, protegen activamente la biodiversidad de Bruselas y renuevan su compromiso con un entorno urbano sostenible.

Según ellos mismos afirman, "Contrariamente a la creencia popular, el entorno urbano ha demostrado ser un refugio para las abejas. Los estudios confirman que las abejas son más saludables y producen más miel en las ciudades que en el campo, gracias a la increíble diversidad de flores en los parques, jardines y balcones urbanos".

"Nuestras abejas son particularmente tranquilas y no amenazan al personal ni a los transeúntes. Las abejas solo pican cuando se sienten atacadas. Las colmenas en los tejados como la nuestra son cada vez más comunes en todo el mundo y no suelen plantear ningún problema. Al contrario, ¡solo hay ventajas!"

Esta actuación se hizo con la finalidad de reducir su impacto ambiental y, en concreto, para obtener el certificado EMAS (Esquema de Gestión y Auditoría Ambiental).

Aquí os dejo el enlace al documento original.

Volviendo a nuestro país, la regulación a nivel nacional la podéis ver en este enlace. Aquí se habla, entre otras cosas, del famoso tema de las distancias que es, en la actualidad, lo que está frenando cualquier iniciativa sobre apicultura urbana en España.

La legislación sobre apicultura en Aragón se adapta a lo dispuesto en el Real Decreto anterior. Puede consultarse en este enlace.

Por lo que respecta a Zaragoza, existen varios documentos institucionales en los que, formalmente, el Ayuntamiento se compromete a fomentar la biodiversidad en la ciudad.

- Acuerdo por una ciudad verde.

- Medio ambiente y sostenibilidad (Biodiversidad y naturaleza). En este documento creemos que habría que incluir a las colmenas urbanas en el catálogo de especies animales. 

- El Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza formula declaración institucional Green City Accord Ciudades Limpias y Saludables.

Ya veis amigos que, al menos, letra no falta.

Queda pendiente una importante tarea de información y sensibilización ciudadana.

En esta labor estamos inmersos últimamente. En próximas entradas hablaremos de ello con más detalle.

¡Hasta el viernes que viene!


La apicultura urbana en Londres (II)

 


"Lo mejor de la vida es gratis"


Si tomamos como referencia el complejo entramado legal que existe en nuestro país para cualquier actividad nos resultará extraño que, en Londres no haya ningún tipo de normativa referida a la colocación, mantenimiento y revisión de colmenas urbanas.

Por lo que he ido viendo todo el que quiera poner una colmena en su jardín, puede hacerlo. Si hay algún problema con las abejas, son los vecinos afectados los que tienen que demostrar que ha sido por culpa de la colonia instalada en las cercanías de su propiedad.

Aquí tenemos algunas opiniones de los propios británicos sobre el tema:

"Las abejas no vuelan buscando algo para picar. Si estás sentado en tu jardín, ¿por qué una abeja volaría y te picaría, sabiendo muy bien que morirá inmediatamente después? La respuesta es: no lo hará.

Ahora, si vas al patio de tus vecinos y arrojas piedras o tratas de jugar con el pasatiempo de la colmena de tus vecinos, ¡espero que SÍ te piquen! Absolutamente te lo mereces.

¿Y qué si no te gustan las abejas? No vayas por ahí. Visitarán las flores de su jardín, recogerán agua de una fuente o bebedero para pájaros, incluso podrían formar un enjambre y tener miles colgando de una rama. Cada uno de esos ejemplos no es dañino para ti. No quieren picarte. Si las dejas en paz, ellas te dejarán en paz. No eres dueño de la propiedad de tus vecinos, no puedes decidir en qué pasatiempos se involucran.

No es ilegal tener abejas en Londres o en cualquier otro lugar de Inglaterra. Hay cientos de apicultores en Londres. Lo mejor que puedes hacer es tomar primero un curso de apicultores principiantes. La Asociación de Apicultura de Londres organiza una anualmente.

También hay asociaciones más pequeñas en las diferentes partes de Londres (por ejemplo, Ealing, Harrow, North London), que a menudo también organizan sus propios cursos anuales. Suelen ser en primavera. También hay reuniones semanales/mensuales durante el año a las que puede asistir. Si no aprende cómo detener el enjambre de abejas, ese es un comportamiento antisocial que podría molestar a sus vecinos. Además, ¡seguirás perdiendo la mitad de tus abejas cada año!"

"Sí, hay gente que cría abejas en Londres, incluso en el centro. Le sugiero que consulte la Asociación de Apicultores de Londres y buena suerte, como jardinero sé que gran parte de lo que crece en mi jardín depende de la polinización de las abejas."

"¿Es seguro tener una colmena en su patio trasero? Sí,  Si no hay personas alérgicas cerca, no debería haber ningún problema".

Aquí tenemos algunas fotos de apicultores realizando su tarea en la urbe.

Aquí podemos ver cómo John Chapple instala una nueva colmena de abejas en un jardín urbano en una azotea en Hackney, Londres

Una empresa privada que se dedica a la apicultura en Londres

Otra más: The bee centre

Y otra: The urban bees

Aquí la página web del colectivo de apicultores urbanos de Londres, pero no el Londres de Inglaterra sino el London de Ontario, Canadá.

He tomado la referencia de estos dos países de habla inglesa pero, a nivel mundial, el auge de la apicultura urbana es imparable.

¿Cuáles son los impedimentos para que no se implante definitivamente en nuestro país?

La próxima semana lo indagaremos.

¡Hasta el viernes!


02 marzo 2023

La apicultura urbana en Londres

  Cuando mi hija mayor decidió asentarse en Londres y formar allí una familia tuve que recomponer mi estrategia y mis objetivos relacionados con la apicultura urbana.

Enseguida me enteré de que allí funcionaba desde hacía años la "London Beekeepers Association" que, a su vez, está integrada en la más poderosa British Beekeepers Asociación.

La asociación de Londres cuenta con una larga tradición apícola en la ciudad y, ni corto ni perezoso solicité mi ingreso en dicha organización alegando que, aunque no era británico, viajaba a Londres con frecuencia por motivos familiares permaneciendo durante algunos días en la capital.

A pesar que por aquella época estaba en boga el fenómeno "Brexit" no hubo ningún inconveniente para que me adscribiera a la Asociación.

Con el tiempo pude asistir a alguna de sus reuniones. Tanto las formales como las que, de vez en cuando, se realizan en algún pub; si bien debo decir que poco podía aportar debido a mis limitaciones de comprensión y expresión oral en inglés en aquella época.

Sin embargo poco a poco me fui animando y mejorando mi nivel y el pasado año 2.022 decidí inscribirme en un curso de iniciación a la apicultura que se desarrolló on line y también de forma presencial.

El formato que le dieron a la fase on line me pareció muy interesante porque los expertos de la asociación fueron los encargados de abordar las distintas temáticas de las que constaba el cursillo y los asistentes en línea podíamos hacer también preguntas y consultas.

Pero lo que más me gustó fue la fase presencial que se desarrolló en el Holland Park el día 7 de mayo del pasado año 22.

Aquí os dejo algunas fotos y varios vídeos que tomé del evento


Preparativos en el stand de la LBA


Con el grupo de participantes


Cartel informativo


                        


Con posterioridad (el día 14 de julio del 22) también tuve ocasión de realizar prácticas en unas colmenas que una socia tiene en su jardín y participar, asimismo, (el 16 de julio del mismo año) en otras prácticas en Bexley con los apicultores del condado de Kent. 

Muchas fueron las cosas que me sorprendieron durante estas prácticas pero sin duda lo más notable es la perfecta integración -con total normalidad- de la apicultura tanto en los parques como en algunos domicilios particulares.

Me llamó la atención -igualmente- la mansedumbre de las abejas con las que practicamos y el interés de muchos ciudadanos por preservar la vida de los insectos polinizadores en la ciudad.

La labor de difusión e información de la LBA (London Beekeepers Association) también es de resaltar. Periódicamente realizan charlas y reuniones para sensibilizar a la población sobre la importancia de fomentar y normalizar la convivencia de los insectos con las personas en la ciudad, aprovechando cualquier evento para montar su puesto informativo.

En el Reino Unido (a diferencia de España) no he visto que haya mucha legislación sobre apicultura urbana. Parece como que haya un acuerdo acerca del buen criterio de la gente. Si tienes una colmena en tu jardín no tienes la obligatoriedad de registrarte en ningún sitio si bien imagino que al menos contratarán un seguro de responsabilidad civil. Esto lo tengo que confirmar.

La próxima semana abordaré el tema de la legislación sobre abejas en la ciudad de Londres.